Fue una época sensata, según los cristianos de ese tiempo. Se pensaba que cualquier persona (mayoritariamente mujeres) que tuvieran una cercanía mas menos acabada sobre el conocimiento de las plantas o de curaciones, bastaba para que se llevara el título de bruja y el pasaje directo a la famosa hoguera (Hoguera viene de Hogar). Nuestro ídolo inquisidor es Mathew Hopkins.
por Mathew Hopkins, el oxímoron.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario